!!Hablemos de lo que queremos, dejemos de lado lo que no queremos!!

Con respecto a la clase pasada, como les comentaba, cuando platicábamos un poco sobre la corrupción y su antónimo,  en lo que a mí respecta, creo que algunos Mexicanos ya presentamos desesperanza aprendida, ante algunas instituciones como nuestro gobierno o los partidos políticos,  cito a continuación de manera más puntual y detallada el experimento del que les hable desarrollado por Selligman,  yo creo que  es necesario que nos enseñen como sociedad, como superar esta desesperanza aprendida, y si se dan cuenta en el séptimo paso  para superar la desesperanza aprendida menciona la importancia de no centrarse en el problema,  por el contrario centrarse en los talentos y recursos que se tienen para afrontarlo,  reitero es necesario para generar el cambio dejar de pensar en la situación que origina el problema e iniciar hablar de lo que si queremos, dejemos de lado lo que no queremos.

Desesperanza aprendida:

Disponible en: http://es.wikipedia.org/wiki/Indefensi%C3%B3n_aprendida.

Recuperado el 22 de Nov 2011

Martin E. P. Seligman  es un psicólogo norteamericano y  desarrollo la teoría  “desesperanza  aprendida”

El experimento consiste en lo siguiente  exponía a dos perros, encerrados en sendas jaulas, a descargas eléctricas ocasionales. Uno de los animales tenía la posibilidad de accionar una palanca con el hocico para detener esa descarga, mientras el otro animal no tenía medios para hacerlo. El tiempo de la descarga era igual para ambos, ya que la recibían en el mismo momento, y cuando el primer perro cortaba la electricidad, el otro también dejaba de recibirla. En cualquier caso, el efecto psicológico en ambos animales era muy distinto; mientras el primero mostraba un comportamiento y un ánimo normal, el otro permanecía quieto, lastimoso y asustado, con lo que la importancia de la sensación de control en el estado de ánimo parecía demostrada. Incluso cuando la situación cambiaba para el segundo animal, y ya sí podía controlar las descargas, era incapaz de darse cuenta y seguía recibiendo descargas sin intentar nada para evitarlo.

Para superar la desesperanza  aprendida es necesario seguir una serie de pasos:

1. Comprender que se trata de una percepción y no de una realidad inamovible.
2. Asumir que todo pasa y que cada día es nuevo y está lleno de posibilidades.
3. Buscar formas creativas de abordar la situación valorada como amenaza.
4. Apoyarse en personas que tengan otros recursos que uno no posea.
5. Reevaluar o reconceptualizar la situación en busca de ángulos positivos.
6. Aceptar, adaptarse y esperar un mejor momento para actuar, si se considera que realmente nada puede cambiarse aquí y ahora.
7. Centrarse en los recursos, dones y talentos, en vez de enfocarse en el problema o en sus posibles consecuencias negativas.